En los hábitos de informarse que dominaron el siglo pasado, el peso de los medios era fuerte: no le decían a la gente qué pensar pero sí sobre qué pensar. Hoy el consumo noticioso es “incidental”: el acceso a la información deja de ser una actividad independiente y pasa a ser parte de la sociabilidad en las redes. Los jóvenes no usan los medios sino que viven en ambientes digitales donde no hay contextos ni jerarquías sino retazos de historias y opiniones que son escaneadas y, con mucha suerte, leídas. Estas y otras conclusiones se desprenden de un estudio cualitativo realizado por el Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina .
Via
Biblioteca,
Escuadrón Digital,
InsideOut